Urología pediátrica

La Urología Pediátrica es una subespecialidad de la Urología especializada en las malformaciones y patologías del sistema urogenital de niños y adolescentes. Algunas de ellas requieren de atención quirúrgica y otras no. La Urología pediátrica se distingue de la Urología general por la edad de los pacientes y el tipo de enfermedades que padecen.

Fimosis en niños

La Fimosis es la imposibilidad de bajar la piel del prepucio del niño, es decir, es una alteración que se da en la piel que rodea al pene.
Puede ser congénita (primaria) o adquirida (secundaria).
El principal síntoma de la Fimosis es la estrechez del prepucio y la dificultad para retraerlo. Otro síntoma asociado, aunque menos frecuente, es el dolor durante la micción, es decir, al orinar.
Si la Fimosis no se trata pueden aparecer complicaciones como infección en el glande o la Parafimosis.

Síntomas de este padecimiento

Infección de vías urinarias de repetición

Decimos que un paciente tiene infección urinaria recurrente o infección urinaria de repetición cuando él o ella presentan 2 o más episodios de infección en un intervalo de 6 meses o 3 o más infecciones en un intervalo de 1 año.
Los síntomas que pueden sufrir los niños que presentan una infección urinaria dependen de la edad y de la vía urinaria a la que afecte.

Síntomas de este padecimiento (Recién nacidos y lactantes)

Síntomas de este padecimiento (En niños mayores)

En cuanto a la vía urinaria, las infecciones de orina se clasifican en:
· Infección de vías bajas (afecta a uretra y vejiga), también denominada cistitis. En general, los niños que la presentan suelen tener buen estado general y no tener fiebre, o tener fiebre de bajo grado.
· Infección de vías altas (afecta al riñón), también denominada pielonefritis. Es una infección más grave, y los niños suelen tener un estado general más afectado, con fiebre y/o escalofríos.

Varicocele

Es la congestión venosa de los vasos testiculares cuya incidencia es del 15%, siendo mayor en la etapa adolescente con hasta un 25%.
Es más frecuente en el lado izquierdo y la afectación es bilateral en un 15%. Si un papá o hermano tienen varicocele, aumenta hasta 5 veces más la probabilidad de padecerla.
Clínicamente pueden presentar dolor testicular, sensación de presión en el testículo e incremento de la temperatura. A la exploración física el dato característico es la visualización directa de las venas dilatadas del escroto, conocido como el signo de “bolsa de lombrices”.

Existen distintos grados de este padecimiento:

Hipospadias

El hipospadias es un defecto de nacimiento (enfermedad congénita) por el cual la abertura de la uretra (meato urinario) se encuentra en la parte inferior del pene, en lugar de la punta.
La uretra es el conducto por el cual se vacía la orina de la vejiga y sale del cuerpo.

El hipospadias es una afección frecuente y no causa dificultades en los cuidados de tu hijo.

La cirugía generalmente restablece el aspecto normal del pene de tu hijo.
Con un tratamiento exitoso del hipospadias, la mayoría de los hombres pueden orinar y reproducirse con normalidad.

La edad promedio en la cual debe realizarse la cura de hipospadias es a los 10 a 12 meses de edad, cuando el falo presenta un tamaño adecuado para la cirugía, siendo esta el único método para su corrección, con el fin de llevar el orificio de la uretra lo más cercano a la punta del pene.

Síntomas de este padecimiento (Recién nacidos y lactantes)

Testículo no descendido (Criptorquidia)

Un testículo que no descendió (criptorquidia) es un testículo que no se trasladó a la posición adecuada en la bolsa de tejido que cuelga debajo del pene (escroto) antes del nacimiento. Por lo general, solo uno de los testículos se ve afectado, pero en aproximadamente el 10 por ciento de los casos afecta los dos testículos.

Cuándo debes consultar a un médico:

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Un testículo no descendido se detecta típicamente durante el examen que se le hace a tu bebé poco después de nacer.

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Si tu hijo tiene un testículo que no ha descendido, pregúntale al médico con qué frecuencia deberá ser examinado.

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Si el testículo no se ha movido dentro del escroto para cuando tu hijo tenga 4 meses, es probable que el problema no se corrija por sí solo.

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El tratamiento de un testículo no descendido cuando tu hijo todavía es un bebé podría reducir el riesgo de complicaciones más adelante en la vida, como infertilidad y cáncer testicular.

Reflujo Vesicoureteral

El reflujo Vesicoureteral es el flujo anómalo de orina que retrocede desde la vejiga por los conductos (uréteres) que conectan los riñones con la vejiga.
Normalmente, la orina fluye desde los riñones a través de los uréteres hasta la vejiga. Se supone que no debe fluir en sentido contrario, de regreso a los riñones.
El reflujo Vesicoureteral generalmente se diagnostica en bebés y niños.
El trastorno aumenta el riesgo de sufrir infecciones en las vías urinarias que, si no se tratan, pueden producir daño renal.

Cuándo debes consultar a un médico:

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Si tu hijo presenta necesidad imperiosa y constante de orinar.

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Si tu hijo presenta sensación de ardor al orinar.

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Si tu hijo presenta dolor abdominal o lateral.

Hidronefrosis

La hidronefrosis es la inflamación en uno o ambos riñones de su niño y es causada por la acumulación de orina.
La orina generalmente fluye de los riñones a la vejiga por medio de unos tubos llamados uréteres. Una obstrucción en los uréteres pueden evitar que la orina fluya apropiadamente.
La obstrucción del flujo de orina podría ser a causa de un uréter angosto, una piedra en el riñón o reflujo (la orina se devuelve a los riñones).
Los síntomas de la enfermedad varían en función de la causa, la localización y la duración

Síntomas de este padecimiento

Estenosis Ureteropiélica

Es la alteración obstructiva del flujo urinario desde la pelvis hasta el uréter proximal, lo que provoca dilatación del sistema colector y en el peor de los casos lesión renal.

Síntomas de este padecimiento